La transformación digital ha irrumpido en todos los ámbitos, incluido el sector sanitario. Al implantar la digitalización de los historiales clínicos se consigue que el acceso a los documentos se realice de una forma rápida, efectiva y segura, agilizando los trámites administrativos pero sin descuidar la privacidad de los pacientes.
La digitalización de los historiales clínicos acaba con la convergencia de documentos físicos en papel con los formatos digitales, lo que suele provocar situaciones de caos en hospitales, centros de salud y urgencias. Disponer de toda la documentación en sistemas seguros y protegidos, facilita la labor del facultativo y otorga al paciente la tranquilidad de que su historial no queda archivado o extraviado.
La historia clínica digital (HCD) se presenta como una base de datos que contiene diagnóstico, tratamientos, resultados de laboratorio, cirugías previas, alergias y cualquier tipo de dato sanitario que fuese relevante. Además, permite la conexión con otros centros asistenciales que precisasen de dicha información.
La digitalización de los historiales clínicos ha llegado para facilitar la gestión sanitaria, pero también para establecer una transparencia al proceso administrativo. De este modo, el paciente podrá acceder y consultar su historial a través de portales online 100% seguros, concretando citas y comunicándose directamente con el personal sanitario.
¿Por qué apostar por la digitalización de historiales clínicos?
Normalmente, las empresas suelen recurrir a este recurso cuando quieren incentivar el teletrabajo de sus empleados, eliminar consultas lentas y repetitivas, otorgar mayor seguridad al proceso de acceso a los documentos o simplemente efectúan un cambio de oficina. Su aplicación al sector sanitario garantiza la confidencialidad y un mejor servicio al paciente.
El retorno de la inversión (ROI) de la digitalización de documentos, y en este caso, de la digitalización de los historiales clínicos, suele ser de entre 12 y 20 meses de media. De ahí la importancia de confiar en una empresa especializada en la digitalización de los historiales clínicos como STDD, que cuenta con más de tres décadas de experiencia. Su solución permite acometer una digitalización masiva de más de 25.000 documentos al día.
Ventajas de la digitalización de los historiales clínicos
Tanto en la sanidad pública como privada, los HDC generan una gran eficiencia. En el ámbito privado ayudan a reducir los costes al automatizar tareas (programación de citas, envío de recordatorios y generación de informes). En la sanidad pública, la digitalización de los historiales clínicos facilita y democratiza el acceso a la atención médica, reduciendo las desigualdades en la prestación de servicios sanitarios.
Acceso ágil y sencillo
La digitalización de los historiales clínicos permite acceder a los registros de los pacientes de manera rápida y personalizada. De este modo, se logrará ahorrar tiempo y aplicar una atención más eficiente. La realización de diagnósticos más precisos estará garantizada, a la par que se puede determinar a tiempo qué tratamientos o intervenciones se realizan.
Reducir la tasa de error
La digitalización de los historiales clínicos ayuda evitar fallos asociados a la interpretación de la escritura a mano o la pérdida de documentos. Además, la seguridad, la confidencialidad y la privacidad de los datos del paciente estarán garantizadas. Para ello, se activa tanto la autenticación de usuarios como la encriptación de datos.
Hay que tener en cuenta que el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece una serie de normas a la hora de almacenar y gestionar la información sanitaria de los pacientes. De ahí que sea necesario aplicar procesos de gestión específicos para que las personas ajenas al centro sanitario no pudiesen acceder a los datos privados de los pacientes.
Toma de decisiones eficientes y precisas
Al establecer la digitalización de los historiales clínicos se podrá manejar un enorme volumen de datos médicos. Los profesionales tendrán acceso a herramientas de análisis y minería de datos que les permitiese identificar patrones, tendencias y correlaciones.
Además, los registros médicos electrónicos tienen la singularidad de que pueden compartirse fácilmente entre los profesionales sanitarios, contribuyendo a una atención más coordinada y precisa.
Amortización económica y de espacio
Ya no será necesario contar con amplios almacenes en los que guardar grandes cantidades de historiales clínicos en papel. Esto implicará la reducción de los costes asociados al mantenimiento de los archivos físicos, estableciéndose una práctica más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
