Durante todo proceso de digitalización que se precie, es necesario realizar diferentes controles de calidad para comprobar que los criterios previamente establecidos y los productos que se obtienen, cumplen con unos parámetros de calidad mínimos. ¿Qué debemos tener en cuenta en el control de calidad durante un proceso de digitalización documental? .
Aunque parezca algo obvio, un proceso de digitalización documental debe estar supervisado por un técnico en imagen digital. ¿Por qué? el objetivo es controlar la calidad del producto resultante y hacer así las recomendaciones y modificaciones convenientes en lo concerniente a diferentes aspectos como el color en bits, el formato más adecuado y la compresión en estos procesos de digitalización. .
La supervisión en un control de calidad se debe realizar a partir de la visualización de la imagen o bien desde la llamada operación matemática del índice de calidad (QI) para la escala de grises y color. Se trata de una fórmula comúnmente aceptada y que pone en relación la calidad de la reproducción con el tamaño del carácter de los documentos y la resolución de captura escogida en la digitalización. .
Para que este proceso sea exitoso, se debe tener muy en cuenta el documento original en el proceso de digitalización y sus características. Y es que, tanto el tamaño del archivo digital, como el tipo de archivo y la resolución de captura dependerán de las características de los originales a reproducir: tipo de letra, nivel de contraste… pudiendo modificar la imagen digital respecto al original, para facilitar su legibilidad.
Es recomendable en el control de calidad durante un proceso de digitalización documental, el efectuar ensayos de accesos a los ficheros con el objetivo de establecer un equilibrio entre una calidad visual aceptable para el usuario y el propio tamaño del fichero. La captura además debe realizarse en color (RGB, a 24 bits), con un índice de calidad igual a Bueno (QI = 5.0), mientras que la captura digital de originales de gran formato (mapas, planos, pergaminos, etc.) se debe realizar para la copia de conservación en formato TIFF, utilizando un sistema de cuadrícula.
Mientras que para la difusión de estos grandes formatos, es recomendable realizar una captura general con una resolución óptima en sistema de compresión JPEG o PNG, y se dividirá en coordenadas, con objeto de obtener una malla cuadriculada donde cada una de ellas se capturará de manera separada con un formato no superior a DIN A3, en alta resolución.
Y por último, en las imágenes digitales obtenidas se incorporarán los metadatos adecuados de control que se indican en la estipulación quinta, en especial el Archivo de procedencia, la signatura y la fecha de digitalización.