Digitalización y seguridad: no abandones tu empresa a la suerte

El proceso de digitalización, que ya era una necesidad para mejorar la competitividad de las empresas, se ha convertido casi en una premisa de supervivencia tras la llegada de la pandemia y la crisis económica que la ha acompañado.

Las empresas han tenido que pisar el acelerador de la digitalización para evitar perder puestos en un mercado y un entorno especialmente complicados. Pero esta cuestión ha supuesto, y sigue suponiendo, un doble reto. Por un lado, adaptarse a marchas forzadas a nuevas formas de trabajar y de desarrollar la actividad. Por otro, evitar que esas prisas lleven implícita una cierta relajación en la seguridad.

La importancia y los riesgos de la transformación digital.

La digitalización es un proceso en una sola dirección, no hay posibilidad de marcha atrás. Si tienes una empresa, seguramente ya hayas comprobado que la transformación digital no solo es inevitable, sino que además lleva implícitos un sinfín de beneficios. .

La extensión del teletrabajo, la necesidad de poder dirigir, coordinar y administrar los diferentes departamentos de una empresa desde cualquier punto y el avance imparable de las nuevas tecnologías han creado un marco del que hoy en día es imposible escapar. Aquellos que no habían emprendido el proceso de digitalización han perdido, irremediablemente, presencia en los mercados.

La digitalización implica mayor operatividad, capacidad de respuesta y eficiencia. Y también mayor ubicuidad gracias a los servicios en la nube. Empresas que habían retrasado la transformación digital son las más expuestas al fracaso por la incapacidad de adaptarse a esas nuevas formas de operar y de trabajar, pero también a esos nuevos hábitos de los consumidores reflejados, por ejemplo, en el auge del comercio online. .

Pero, a la vez que se trabaja en ese proceso de digitalización, es imprescindible incidir en la necesidad de garantizar la seguridad de esa cantidad ingente de datos que hoy en día maneja cualquier empresa. Datos que en muchos casos están en el punto de mira de la ciberdelincuencia y que pueden causar un enorme perjuicio económico para la compañía atacada y unos jugosos beneficios para los hackers, como se ha demostrado.

Y son las pequeñas empresas las más vulnerables. De hecho, datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) recogidos en el informe “Panorama actual de la Ciberseguridad en España (2019)”, son las pymes el objetivo de un 43% de los ciberataques, con un coste medio de alrededor de 35.000 euros para la empresa que los sufre.

El reto de la seguridad.

Los datos demuestran, por tanto, que no es suficiente con afrontar el proceso de digitalización, sino que es necesario hacerlo, y seguir haciéndolo una vez finalizado, cubriendo todas las posibles brechas de seguridad por las que puedan atacar los ciberdelincuentes. No hay que pasar por alto que esos ataques se han elevado considerablemente durante la pandemia.

La digitalización exige más que nunca una custodia eficiente de la información de la empresa y por la puesta en marcha de todos los protocolos y herramientas de seguridad necesarias: antivirus, firewalls, copias de seguridad, contraseñas seguras, encriptación de datos y archivos, etc. Ahorrar en estas cuestiones puede salir realmente caro.

La digitalización es, por tanto, una transformación profunda en todos los ámbitos de una empresa que debe de ir acompañada forzosamente de un cambio en los sistemas de seguridad para proteger una información sensible cada vez más abundante.

Son aspectos que debes tener en cuenta si lo que quieres es que tu empresa se adapte a las nuevas necesidades y sea capaz de sortear con éxito los nuevos retos que continuamente van surgiendo. En Sisdoc te ayudamos en ese proceso porque el éxito de tu empresa será también el nuestro..

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