Internet llego al mundo para poder mantener conectadas a las personas y empresas sin necesidad de moverse en muchos casos. Pero la verdadera revolución del internet se evidencio cuando las maquinas lograron mantenerse conectadas entre ellas e interactuaban sin necesidad de integrar a estos procesos una persona. Pero con el tiempo se perfila lo que se conoce como el Internet de las Cosa, IoT por su acrónimo en inglés, que trabaja de la mano con la Smart City.

 

Para muchos expertos el Internet de las cosas nació has más de 20 años; otros opinan que desde hace 150 años ya convive en la sociedad para desarrollar la Smart City. Pues la obtención de datos y como integrarlo a un ordenador se viene empleando con regularidad, incluso con elementos y los equipos más arcaicos. Pero para entender de qué se trata el Internet de las cosas, hay que saber que esta herramienta no solo se basa de una simple antena recogiendo datos, estos deben procesarse y son útiles a una sociedad, a través de herramientas y aplicaciones más concretas y accesibles.

 

Pero para hablar en concreto del Internet de las Cosas es necesario hablar en profundad de la Smart City, pues una no funciona sin la otra. Si bien el Internet de las Cosas es toda una plataforma que recopila datos de manera invisible y a través de aparatos no reconocidos, la Smart City utiliza esta plataforma para crear una ciudad auto sostenible a nivel tecnológico, para aumentar la calidad de vida de los ciudadanos. Estos datos tienen que ver con el urbanismo, la manera de organizar una ciudad y de que todos los servicios básicos funcionen de manera orquestada y garantice alternativas de movilidad y convivencia.

 

¿Qué impacto ha traído el IoT a las ciudades inteligentes?.

 

A nivel de desarrollo industrial, el Internet de las cosas en la Smart City ha impulsado el desarrollo de nuevos modelos de producción que recogen los datos de cómo se mueve una ciudad, y una sociedad en concreto, para determinar métodos eficientes que puedan convivir en armonía. Esto se conoce como Industrias conectadas. Y su objetivo es también desarrollar modelos de sostenibilidad de consumo y producción para impulsa la economía.

 

Con respecto a lo urbano, el Internet de las cosas en las Smart City se implanta a través de sensores, con lo cual le da fuerza a los servicios públicos como el transporte, el alumbrado y otros servicios que logran manejarse de manera eficiente reduciendo el gasto público. Es por ello que el Internet de las cosas resulta clave para el desarrollo de estrategias de gobernanza local, generando respuestas y opiniones que pueden garantizar una mejor gestión de los gobiernos, si los saben utilizar.

 

Es por ello que las ciudades inteligentes deben apostar a modelos autosustentables en cuanto a energía y uso de los recursos, a través del Internet de las cosas. Con ello no solo los ciudadanos pueden exigir mejores condiciones de vida sino que pueden desarrollarse mejor en condiciones mucho mas optimas y con alternativas de crear e innovar para la sociedad, lo que conlleva un impulso económico importante para los países.

 

 

 

 

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